28 01 2021

Hasta hace poco, la denominación de los USB no era un problema para nadie. En términos sencillos: extremo grueso al ordenador, enchufe fino al dispositivo. Había un único y popular estándar. Sin embargo, como ocurre con la tecnología, la interfaz USB también ha empezado a evolucionar, y como la maraña de nombres ha empezado a crecer no es difícil perderse.  

La expresión más importante es USB, abreviatura de Universal Serial Bus. Este sencillo conector ha cambiado el mundo de los ordenadores por su versatilidad. Se puede utilizar para todos los dispositivos, además, a diferencia de otras interfaces (COM, LPT), no obliga a reiniciar el ordenador para que se detecte un nuevo dispositivo. Se creó en 1996, por lo que no es de extrañar que después de veinticinco años la tecnología haya evolucionado. La organización sin ánimo de lucro USB-IF (USB Implementers Forum) se encarga de normalizar las tomas de corriente y las especificaciones, por lo que hoy conocemos algunos de los principales tipos.

Desarrollo de estándares

Tanto en los ordenadores como en otros dispositivos electrónicos, se encuentran varios estándares USB. Entre ellos encontramos el 2.0, 3.0, 3.1 y los tipos: A, B, C, apareciendo también en versiones Mini y Micro. Todo sería sencillo, si no fuera por los frecuentes cambios de nombre impuestos por la organización USB-IF.    

El primer estándar que aparece en el mercado es el USB 2.0, compatible con los dispositivos más antiguos. Puede utilizarse tanto para cargar baterías como para conectar periféricos o pedales más lentos a un ordenador. Funciona con un ancho de banda de hasta 480 Mbps. La especificación de esta variante permitía que dos dispositivos se comunicaran y transmitieran corriente con una tensión de 5 V y una corriente máxima de 500 mA, lo que permitía utilizar dispositivos más grandes sin necesidad de conectar una fuente de alimentación externa. Con la llegada del estándar USB 2.0, se crearon los conectores A y B con diferentes versiones y variaciones. Entre ellas se encuentran: Mini A, Mini B y Micro USB B.

El año 2008 trajo una revolución con el estándar USB 3.0, que no sólo aumentó el ancho de banda a 5 Gb/s, sino también la potencia máxima transmitida a 4,5 W (antes 2,5 W). Esto ha dado lugar a medios de almacenamiento más potentes, incluidas las unidades portátiles que requieren más energía. También se ha mantenido la compatibilidad con el estándar USB 2.0, lo que se agradece. Sobre todo cuando se necesita conectar un dispositivo con un nuevo conector estándar a un ordenador antiguo. Actualmente, este puerto se encuentra en casi todos los ordenadores y portátiles nuevos, y se puede reconocer por su color: los puertos USB 2.0 suelen estar marcados en negro, y los USB 3.0 en azul.

La necesidad cada vez mayor de aumentar tanto la velocidad de transferencia de datos como la de carga de los dispositivos obligó a la organización USB-IF a dar el siguiente paso. Con 2013 llegó una nueva versión de la interfaz. USB 3.1 con velocidades de datos de 10 Gbps y un nuevo conector Type-C. Esta interfaz duplicaba la velocidad máxima de datos. También solucionó los conocidos problemas del conector Tipo A, que había que ajustar bien para no dañar el enchufe. El nuevo conector es simétrico, por lo que puede colocarse en el zócalo girando libremente.

Cambio inesperado de nomenclatura

Junto con la aparición de nuevas versiones del protocolo, los estándares que conocemos hasta ahora recibieron nuevos nombres, por lo que se puede entender la confusión en las tiendas a la hora de buscar el nombre correcto. De momento, la interfaz conocida como USB 3.0 ha pasado a llamarse USB 3.1 Gen 1, y la anterior USB 3.1 se convirtió en USB 3.1 Gen 2. Algunos fabricantes siguieron las nuevas directrices, mientras que otros las ignoraron por completo, lo que provocó un desorden en el mercado. A día de hoy todavía podemos encontrarnos con la antigua nomenclatura, aunque ambos nombres son buenos y con una lectura más atenta de las especificaciones de los productos los partidarios de ambos llegarán a los productos que buscan.   

Sin embargo, la organización USB-IF anima a utilizar la última nomenclatura, aunque debemos recordar que debemos asegurarnos del tipo de conector con el que estamos tratando; la forma más sencilla es comprobar su capacidad. La última versión descrita hasta el momento alcanza una tasa de transferencia de datos de 10 Gb/s, en contraste con el siguiente modelo: USB 3.2 (Gen 2x2), que gracias a la conexión multilínea permite alcanzar incluso 20 Gb/s. Fue gracias a la finalización de este estándar de interfaz en 2017 que la organización USB-IF decidió cambiar toda la denominación de las versiones anteriores. ¿Fue una buena idea? Se puede debatir, al fin y al cabo, bastaba con darle otro número al nuevo estándar y el asunto quedaría claro. Sin embargo, decidieron lo contrario, así que los usuarios deben adaptarse a la situación. Para los más despistados, he aquí un resumen. Las diferentes normas se presentan de la más antigua a la más nueva de la siguiente manera: NOMBRE ACTUAL (nombre original) - VELOCIDAD:  


  • USB 2.0 HighSpeed (USB 2.0 Alta Velocidad) - 60 MB/s   
    USB 3.2 Gen 1 SuperSpeed (USB 3.0 SuperSpeed) - 625 Mbps   
    USB 3.2 Gen 2 SuperSpeed USB 10 Mbps (USB 3.1 SuperSpeed+) - 1,25 GB/s   
    USB 3.2 Gen 2x2 SuperSpeed USB 20 Mbps (USB 3.2 SuperSpeed+) - 2,5 GB/s 

Afortunadamente, si tiene problemas para recordar los numerosos y difíciles nombres y especificaciones, las existencias con los antiguos nombres se agotarán pronto y los nuevos estarán disponibles en las tiendas, pero esto puede llevar aún algún tiempo, por lo que le animamos a que compruebe la especificación que necesita antes de salir a comprar nuevos equipos.

Llega el nuevo estándar USB 4

Como se puede predecir, la cosa no acaba aquí. La organización USB Implementers Forum ha anunciado la próxima iteración de la ya conocida interfaz USB. El nuevo estándar requerirá un conector USB-C con soporte para Power Delivery. Todo ello gracias a una nueva duplicación de la velocidad de transferencia de datos hasta los 40 Gb/s y un aumento de la potencia permitida hasta los 100 W.

Tipos de conectores USB

A estas alturas ya hemos explicado la diferencia entre USB 2.0, USB 3.0 o USB 3.1, los estándares. Sin embargo, el USB se divide a su vez en tipos de conectores. Los más populares son el A, el B y el C (pueden darse en todos los estándares mencionados anteriormente).

El conector USB-A es un enchufe estándar, rectangular, que conocemos, entre otros, por los ordenadores, los portátiles o los cargadores de los smartphones. Las versiones mini y micro de este conector hace tiempo que han desaparecido de la circulación y es poco probable que las encontremos en algún dispositivo disponible en el mercado. 

El conector USB tipo B tiene una forma más bien cuadrada. Lo más frecuente es encontrarlo en dispositivos de oficina como impresoras, escáneres o monitores. Con algo menos de frecuencia podemos encontrarlo en el Mini USB tipo B, que hasta hace poco era muy popular en dispositivos como cámaras digitales, navegadores GPS o reproductores de mp3/mp4 ya olvidados. Por otro lado, la versión -Micro USB tipo B para ser exactos- sigue estando disponible en un gran número de dispositivos digitales -smartphones, tabletas, lectores-. Sin embargo, este tipo de conector está siendo constantemente rechazado por los fabricantes de electrónica en favor del conector tipo C.

El conector USB-C se creó con el objetivo de estandarizar los puertos, para eliminar los problemas al enchufar el cable y la famosa inversión de la clavija dos veces para finalmente encajarla en el enchufe. Lo reconocerás por su forma oblonga con esquinas redondeadas. Es fino, estrecho y simétrico, por lo que no tienes que tener cuidado en qué lado lo enchufas. Te permite transferir archivos de audio y vídeo y cargar dispositivos, incluso los de mayor consumo.

Conector Thunderbolt

Por último, está el conector Thunderbolt, resultado de años de colaboración entre Intel y Apple. Tras años de mejoras y perfeccionamientos del estándar USB, se creó una versión de Thunderbolt 3. Se trata de un híbrido del conector USB-C con Thunderbolt. Esta tecnología ha presentado oportunidades extraordinarias. Su introducción ha acelerado increíblemente la transferencia de datos desde una unidad a un portátil u ordenador. Ofreciendo velocidades de transferencia de datos de hasta 40 Gbps. Además, el conector ha demostrado ser extremadamente universal. Permite, entre otras cosas, conectar modernos monitores 4K, cargar portátiles y smartphones con una potencia de hasta 100 W y conectar tarjetas gráficas externas.

Sin embargo, sea cual sea el cable que necesite -puede consultar todas las especificaciones y dimensiones en el sitio web de la marca Akyga-, todos los modelos, formatos y tipos disponibles están esperando claramente a que se adapte el producto adecuado a sus necesidades.